lunes, 30 de noviembre de 2009

LA PRESIÓN LES AFECTA A CHINA EEUU Y INDIA...HAY ESPERANZA


Obama ha anunciado que acudirá a la cita con una propuesta de reducción de emisiones de un 17%, y China ha respondido que mediante un plan de eficiencia energética muy alentador.
El objetivo de Pekín es reducir entre un 40% y un 45% la emisión de CO2 por unidad de PIB (Producto Interior Bruto), concepto conocido como “intensidad de carbono“, entre 2005 y 2020. Es la primera vez que China pone números a sus esfuerzos para controlar los gases de efecto invernadero. Este compromisono significa que el país asiático vaya a recortar el total de las emisiones en ese plazo, ya que dependerá de la evolución que siga su economía. Si el desarrollo que vive el país continúa al ritmo actual, la cifra global aumentará, aunque a menor velocidad que lo habría hecho sin este plan.

Por su parte, Obama anunció que su país disminuirá las emisiones el 17% en el mismo periodo, el 30% para 2025, y el 83% para 2050.
India, otro de los grandes paises en desarrollo, ha propuesto una política similar de ligar sus emisiones de CO2 al crecimiento del PIB.
Para lograr su meta, China potenciará el uso de energías limpias, como la solar y la eólica, para que supongan el 15% de su energía en 2020 (a sólo cinco puntos del objetivo de la UE). Modernizará sus centrales térmicas y buscará nuevas formas de reducir la dependencia del carbón como fuente de generación eléctrica. También aumentará el número de plantas nucleares.
Aunque parezca un gran paso, realmente no va a ser nada diferente de lo que harían sin Copenhague. China, por ejemplo, seguiría estos pasos para aumentar la seguridad del suministro, reducir las importaciones de gas y petróleo y su dependencia política del exterior.
El Gobierno chino ha dicho en repetidas ocasiones que quiere obtener compromisos con cifras para los países desarrollados en Copenhague, mientras ha rechazado estos para sí, a pesar de las presiones de EE UU. Pekín afirma que es injusto medir a todos con la misma vara, puesto que el calentamiento global ha sido causado principalmente por las naciones más avanzadas en su proceso de industrialización desde hace más de 100 años. Como país en vías de desarrollo, China no está obligada por los tratados internacionales a aceptar topes de emisión y, al igual que otros Gobiernos, ha defendido que ese principio no debe cambiar en cualquier acuerdo al que pueda llegarse en la capital danesa. Ha insistido que su objetivo es voluntario, ya que sigue negándose a que la ONU audite y verifique sus emisiones de gases de efecto invernadero, a partir de las cuales se puede conocer con detalle la evolución de la economía de un país.
Vía | El País

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