miércoles, 9 de diciembre de 2009

INFORMACIÓN SOBRE "PIES DE GATO" SKALADA


Se puede afirmar que todos los "pies de gato" pueden ser reparados, aunque la calidad del resultado dependerá de las manos del resolador o del zapatero por las que pase, por eso conviene aclarar dos conceptos:


- Recauchutar: volver a cubrir de caucho una llanta o cubierta desgastada para prolongar su vida útil.

- Resolar: sustituir la suela desgastada por una nueva.







Debemos tener en cuenta que en esta operación "los gatos" pueden perder sus cualidades si no se efectúa correctamente.
Cuando un gato se repara mal la primera vez, es muy difícil que quede bien reparado en sucesivas ocasiones. Un pie de gato bien construido, admitirá una buena reparación y un número de veces mayor que otro de baja calidad.


 Climber up




En Climber up disponemos de los útiles y la maquinaria especifica para la fabricación de "pies de gato", por ello somos los más indicados para efectuar un cambio de suelas totalmente profesional y competente.
Finalmente, en Climber up también ofrecemos servicios de reparación de calzado de trekking  y de fisureros de levas.
Recuerda que con Climber up "Siete vidas tiene un Pie de Gato".
Haz click en el siguiente enlace para ver unos consejos sobre el cuidado del calzado de escalada.

CONSEJOS

    1. Usar un producto para evitar, en lo posible, la sudoración del pie, ya que éste proceso favorece y acelera la descomposición del serraje y el hilo de las costuras interiores por ejemplo Fungusol.
    2. Limpiar de polvo y magnesio los "pies de gato", con un trapo húmedo, cuando terminemos de escalar.
    3. No lavar los "pies de gato" en la lavadora, usar un producto para lavado en seco o una esponja para “nobuk”.
    4. Guardar los "pies de gato" con un relleno apropiado, espuma o periódicos, nunca plásticos.
    5. Si agujereas la puntera, puedes poner un parche de bicicleta, esparadrapo o cinta americana, hasta que puedas repararlos, con el fin de no romper también el serraje.
    6. No compres los "pies de gato" demasiado pequeños, una talla muy por debajo de nuestra numeración "de calle” hará que suframos innecesariamente y provocará que el calzado se rompa mucho antes.

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